Sunday, August 22, 2010

Sobre la verdad I

La verdad es que todo lo que llamamos “realidad”, es producido por la ocasión de que hay alguien que nos sueña constantemente. Este sujeto que nos sueña, es de hecho, lo que todos los sistemas de creencias que el ser humano ha producido llaman “Dios”. Lo que ellos consideran –Definen, llaman- de muchas formas diversas remite finalmente a una entidad omnipresente, omnipotente, capaz de hacer una de las pocas cosas que los seres humanos, en nuestro estado ordinario, no somos capaces de hacer: Crear. Podemos copiar, modificar, deconstruir, construir, pero todo, ocurre únicamente a partir de elementos externos que manipulamos. No podemos producir la realidad, por supuesto, a no ser que hagamos algo para ganar dicha capacidad. Allí es donde entra el sueño. “Dios” es una presencia, consciente de su propia existencia, tan potente vasta pero a la vez tan frágil y delicada, que en su estado de maximización absoluta, existe soñando. A permitido que su arquitectura mental continúe su existencia de una manera casi aleatoria en marcha, en lo que pudiera ser una ausencia absoluta de voluntad, ego, necesidad, etcétera, ya que las características que nos definen a nosotros como seres humanos no aplican para ella. Ella –Prefiero llamarle de esta manera- existe de una manera distinta a como nosotros existimos. Y como devenimos de ella, una parte de lo que ella es lo hemos heredado. Por eso soñamos, como un rasgo “genético” que ella nos ha legado y por el cual además permanecemos vinculados a ella. No existe ser alguno que no sea capaz de soñar –Los seres humanos que lo nieguen, sencillamente, no lo recuerdan-. Por eso los sueños, a lo largo del tiempo, han fascinado a la humanidad, o más bien, a sus más portentosos pensadores. Ella, la primera consciencia, el primer SER, que permanece en un estado de evolución tan vasto que es quien, de hecho, produce todo, desde siempre y para siempre –Hay que intentar comprender que el tiempo es un concepto humano, y que no hay ni un principio ni un fin en términos del cosmos, siempre habrá un espacio inmenso, el éter total, cuya existencia no es finita y por tanto nunca puede acabar- es entonces quien sueña con nosotros y en dicho proceso, produce lo que llamamos realidad. Siempre ha habido, y siempre habrá, espacio físico, como una dimensión en la cual las cosas permanecen, existen. Sencillamente nuestros cuerpos están aquí porque pueden ocupar dicho espacio. El espacio es infinito, y está en constante cambio. Pero sin una pulsión que produzca todo lo material, todo lo físico, jamás se habría originado nada. De la nada, nada puede nacer. He ahí la paradoja, ella siempre ha estado aquí, en todas partes, y siempre estará. Y su modo de existir escapa a nuestro entendimiento y por eso lo definimos como el sueño. Porque el sueño, es para el ser humano ordinario, imposible de controlar. ¿Pero qué pasa si lo controlamos, a un nivel en el que creyéramos que lo que se produce en el es real y tiene un efecto en el todo? Seriamos como ella, o al menos, nos elevaríamos por encima de nuestra condición inicial, acercándonos a su potencia, a su nivel de consciencia. De hecho, conforme nos sueña, nosotros participamos activamente de su sueño, y le agregamos, como parte de ella misma, más elementos aun. Es decir, que nosotros de alguna manera hacemos parte de la pulsión vital universal que produce todo, que mantiene el cosmos en marcha. Nuestra contribución, por supuesto, es diminuta, pero esta allí –Así como cada célula contribuye a que nuestro ser, continúe en marcha-. Estamos conectados completamente a esta consciencia suprema, y de hecho, parecieran ser muchos los canales que nos unen a ella, pero en realidad se trata de una sola vía, un solo puente, así como el feto en el vientre de la madre está conectado, por ejemplo, por un cordón umbilical. Hemos heredado a muchos niveles lo que ella es y lo que ella hace, y de una manera que podría definirse como metafórica nos muestra, como somos parte de ella y de sus múltiples creaciones que confluyen en una única e inmensa performance total. Uno de los principales pilares de la mente humana es su capacidad de fijar ideas, a niveles profundos, que transforman dichas ideas en cosas autenticas, “reales”. Es solo nuestra capacidad de escribir en el sueño total que nos envuelve a todos. Es nuestra capacidad de creer. Es por eso que algunas personas, por ejemplo, creyentes de una determinada religión, pueden producir milagros a través de su fe. Pero además, queda explicado porque no a todos les ocurre lo mismo, y porque religiones que se contradicen las unas a las otras pueden observar y contar entre sus fieles diferentes “milagros”, o sencillamente, sucesos que no tienen otra explicación que una determinada “intervención divina”. Es solo un asunto de fe, la fe es una de las herramientas más poderosas del ser humano. Usada de manera inconsciente, a veces desencadena efectos sobre individuos o la realidad misma que trascienden cualquier explicación racional. Pudiera decirse que es “casualidad”, mas no existe tampoco el azar, otro concepto humano. Con la fe se puede acceder, con las pautas y los pasos adecuados, a la noción de que todo esto que nos rodea es un sueño nada más, del que hacemos parte, pero que además, escribimos constantemente, es decir, que una porción de él también es producida por nosotros mismos, sin que lo sepamos. Hay mucho, de hecho, de nosotros mismos, de nuestra gran máquina interior, que opera sin que lo sepamos. Toda esa vasta extensión de nuestra mente y cuerpo que trabaja inconscientemente, es además el lugar en donde debemos escribir para producir cambios en “la realidad”. Allí es donde la fe construye sus “milagros”.

Wednesday, November 01, 2006

El martillo de Otlan

Es un simple nombre. Tal y como las demas "etiquetas" que suelo ponerle a las cosas que, por alguna razon, empiezo a creer. Pero no todas estas etiquetas son buenas. Llevo reflexionando al rededor de un mes, y creo que finalmente llevo a termino este debate interior. Escogi escuchar, por libre decision, el Metal, como genero predilecto de mi gusto. No e aondado demasiado en sus transfondos y en sus "fundamentos", simplemente escucho la musica, y saco mis conclusiones. Desgraciadamente, la cuestion con el metal se salio de control, y se convirtio en una mascara...

Es hora de tomar el martillo de Otlan, y derribar este muro alrededor mio, esta mascara inutil y desgastada. Esta musica en si misma no esta mal, pero no voy a negarlo: Tiende a aislar, y sobre todo, tiende a minar la moral de aquel que la escucha atentamente, hasta destruir todo rastro de verdadera felicidad. Te conviertes en parte de un "grupo" delimitado y exclusivo, que no admite que te mezcles demasiado con otras personas. Precisamente eso es lo peor, odio que me limiten. Esta musica me sirve a MI, no yo a ella. Yo hare de la musica que escucho, lo que me venga en gana.

Sin embargo, el circulo social que tenia cuando comenze a dar mis primeros pasos en este, "mundo del metal", era bastante cerrado y "radical". Querian solo "metaleros" (gente que oye esa musica, y viste de la manera adecuada, ademas de obviamente, pensar exactamente igual que el grupo). Ahora me doy cuenta (Bastante tarde), del grave error que cometi. Me limite hasta extremos insospechados, levantando esta mascara ridicula y torpe, que me a privado de muchas cosas... ¡Las malditas mejores cosas de la vida!-

Pero llego la hora de derribarla. El primer paso esta en la imagen. La imagen del metalero, un tipo "rudo", de rostro amargoso, pelo largo, preferemente sucio, vestimenta totalmente negra, actitud acida-negativa, y un odio profundo hacia todo lo que no pertenesca a su infimo e inisignificante grupo de amigos. Algunos de estos seres viven una total mentira: Creen que no estan amargados, y que no estan privados ni limitados de nada, se engañan. Su vida se basa principalmente en pensar estupidamente, que por el simple hecho de escuchar esa musica (de acceso absolutamente sencillo), ya son mejores. Su segundo estupido error, es pasarce la vida remarcando ese hecho: viven para criticar. Al principio es divertido, los hay con una capacidad increible para encontrar cada pequeño defecto o cuestion ridicula en cada persona. Su soberbia no es admirable, ellos no son, como el buen soberbio, orgullosos de ser orgullosos. Ellos solo estaran orgullosos en cuanto los demas crean que lo son. Y creen que engañan a todos, pero no. Yo ya los conosco, y me tienen harto. El metal es musica, que no deberia ser escuchada por esos idiotas. Los metaleros son estupidos, gente retraida y asustadisa, que se esconde tras esa fachada para aparentar que son, lo que no son. Ellos no representan ya nada nuevo (en sus inicios si, ahora ya no), son la repeticion de la repeticion de la... no cabe ser pedante, son una copia barata de algo que ya esta muerto. ¿Yo?, ¡jamas!.

Dejemos que lentamente los años de amargar mi existencia con estupidos cuestionamientos que no hiban a ningun lado se desvanescan. Dejemos que mi vieja capacidad de interactuar con cualquier tipo de persona re surja. Dejemos que mi mirada deje de aparentar estar profundamente iracunda, y se calme y refleje de nuevo lo que realmente soy, lejos de ese estilo semi punk, digno solo de impedidos sociales, y seres de intelecto defectuoso. Mi mentalidad nunca debio dejar que se le encerrara de esa manera, solo la claridad total me deja sentirme yo mismo, no este estilo absurdo, maldito.

¿Y la musica?, me sige gustando, y me seguira gustando. Pero mi imagen de "metalero-rebelde" (que de rebelion no tenia nada, y era mas bien ridiculo... COMO TODOS LOS MALDITOS "METALEROS" DEL MUNDO) ya se murio. Nunca mas etiquetado, nunca mas encajado en un grupo de idiotas drogadictos ignorantes antisociales. El metal ya se murio, dejen que lo poco bueno que se hizo resalte de entre toda la basura que se hace ahora.

Monday, October 16, 2006

A las puertas del Hades.

Este blog sera el vivo reflejo de todo cuanto creo. A menos que te importe saber que es lo que yo creo, no tiene sentido que continues leyendo. Mi objetivo al escribirlo es poder sintetizar mis creencias y asi facilitar mis reflexiones, el hecho de que este en la web es simple: Aunque mi objetivo no es darme a conocer, me interesa lo que otros pueden comentar sobre lo que lean aqui.


El trabajo que tendre que elaborar sera largo, y demorado. No se aun sin continue, esto solo es un proyecto. Sin embargo, creo que de todo esto puede salir algo bueno.